jueves, 20 de octubre de 2011

Moldeándote.



Tu retrato.
El como te veo y el como te dibujo.



Siluetas asimétricas.
la cintura como obsequio de otro mundo.






viernes, 14 de octubre de 2011

Mi vista, mis tonos, modo de traspasar al papel.

La mente se transforma, la visión cambia, se vuelve totalmente neutra como si mis ojos transmitieran al papel una señal de televisión de los años 50. El blanco y el negro en todas sus tonalidades se adueñan del papel. Es aquí donde ellos buscan su protagonismo y se exaltan, luchando unos con otros para poder ser el tono apropiado. Dejo que se peleen, que compitan y logren conquistar a mis ojos con esa gama exquisita que solo uno, o varios en una unión perfecta, son capaces de deleitar y generar placer a la vista.

martes, 4 de octubre de 2011

Soy.


Priscilla Huamán. Mi etiqueta, mi nombre.

En un lado oscuro de mi habitación puedo percibir la dicha de mi imaginación, concebir el estereotipo y su forma casi perfecta a mis ojos.

La tela forma parte de mi juego onírico que pelea por tener el papel protagónico en mi obra maestra. Me las imagino una tras otra ¿quién puede conjugar de la mejor forma? pregunta casi diaria que formula mi cabeza cada vez que vuelvo a ellas.

Los botones ruedan como rocas gigantescas que desean aplastar a ese estereotipo. Casi siempre los hago desaparecer ya que constantemente deseo protegerlos los unos de los otros. Cuando no los protejo suelen ser destrozados por estos grandes botones y cierres que quieren comérselos vivos, quitarles su imagen perfecta, quieren tomar protagonismo.

domingo, 2 de octubre de 2011

Entre lineas y formas. Mi transformación.



Dentro de las líneas encontré un refugio, las formas que nos rodean día a día me hacen buscar su lado sublime.

Una estructura, que me grita que la transforme, que cause en ella una imperfección.

Yo me alejo de este mundo… que mucho no me hace feliz. Solo tú logras acaparar mi atención. Te busco y te deformo. No te quiero básico, te quiero deforme, no te quiero amorfo, te quiero extraño, te quiero raro. Acto histérico de poder deformarte y encontrarte admirable.